Las centrales de incendio son el “cerebro” de una instalación, ya que permiten recoger las señales detectadas por los periféricos y activar las señales de aviso y evacuación de la instalación.
Las centrales de incendio podemos clasificarlas en dos tipos: central de incendios convencional y central de incendios analógica:
Central de Incendios convencional
Una central de incendios convencional dispone de diferentes zonas de alarma donde cada una de ellas, contiene una capacidad de hasta 32 dispositivos, entre detectores y pulsadores (limitado por normativa).
Estas centrales tienen zonas que conectan por cable desde 1 mm hasta 2,5 mm a los detectores y pulsadores. Generalmente, el cableado puede extenderse hasta 800 metros o 1200 metros, siempre con cable certificado, trenzado (más de 20 vueltas por metro) y libre de alógenos (RF en dispositivos de señalización), con una resistencia al final de la zona para verificar el correcto funcionamiento de la instalación.
Las centrales de incendio convencionales son la solución ideal para instalaciones de tamaño reducido o medianas, ya que permiten poder hacerlas de forma rápida, sectorizando por áreas de detectores y pulsadores y permitiendo ver que detector ha saltado a través de las luces LED integradas en cada dispositivo.
Con todo esto, podemos encontrar varias ventajas y limitaciones en estos sistemas:
Ventajas
- Se trata de dispositivos muy económicos.
- La instalación es simple.
- La programación es muy rápida y sencilla, teniéndola preparada en pocos minutos.
Limitaciones
- Se necesita separar los detectores y pulsadores de las sirenas.
- La información entregada por el panel es limitada.
- Tiene menos flexibilidad en la programación.
Central de Incendios Analógica
La principal diferencia con una central de incendios convencional es la mayor capacidad que tienen tanto para poder gestionar más dispositivos como de poder hacer una configuración mucho más compleja que permite adaptarse a todo tipo de instalaciones y lugares.
Además de tener una mayor capacidad de dispositivos, las centrales de incendio analógicas tienen también un mayor control sobre cada punto (detector, pulsador, módulo o sirena). El sistema direccionable o analógico se comunica con cada punto del sistema mediante un protocolo de datos obteniendo información y gestión individual de cada equipo.
En caso de alarma, la central sabe exactamente cuál es el punto (detector, pulsador, módulo o sirena) que se ha activado. Los dispositivos tienen un número de programación único que la diferencia de los demás elementos.
La capacidad de una central de incendios analógica es mayor que la de una central de incendios convencional según el protocolo que usen se podrá tener hasta 254 dispositivos en el mismo lazo, permitiendo mezclar todo tipo de dispositivos y teniendo descripción punto a punto de toda la instalación.
Respecto al cableado, si en una central de incendios convencional se instalan los dispositivos en una zona y se cierra la línea con una resistencia, en analógico, el cableado debe de volver a la central, como si fuese un lazo, lo que hará la instalación tolerante a fallos, ya que ante una avería la central tendrá la capacidad de aislarla y continuar leyendo los dispositivos por el otro lado del lazo.
Las ventajas y limitaciones de estos sistemas son:
Ventajas:
- Ideales para instalaciones medianas y grandes.
- Información detallada punto a punto.
- Instalación de cableado reducido.
Limitaciones
- Mayor complejidad.
- Necesidad de regresar con el cable a la central.
- Precio más elevado.
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